Cultivos Roundup Ready ontienen organismos que provocan abortos en los animales

Un grupo de científicos liderados por Don M. Huber, catedrático emérito de la Universidad de Purdue (EEUU), advierte de que los cultivos Roundup Ready, de la empresa Monsanto, contienen organismos que provocan abortos en los animales.

Según informan recientes estudios, los cultivos de Roundup Ready, el transgénico de la empresa Monsanto, contienen un organismo hasta ahora desconocido por los científicos que puede provocar abortos en los animales de granja. Este terrible descubrimiento ve la luz justo cuando el Ministro estadounidense de Agricultura, Tom Vilsack, acaba de permitir la comercialización de la alfalfa Roundup Ready (RRA). Roundup Ready es el nombre de las semillas transgénicas diseñadas para sobrevivir a Roundup, el herbicida químico de Monsanto.





El Catedrático Emérito de la Universidad de Purdue, Don M. Huber, se encargó de dar a conocer el descubrimiento de su investigación, el nuevo organismo en su estudio, mediante una carta abierta a Vilsack en la que solicitaba una moratoria de la liberalización de cultivos de Roundup Ready. Huber afirmaba en la misma que los cultivos de Roundup Ready contienen una alta concentración de un patógeno animal vinculado con “enfermedades de plantas y animales que están adquiriendo proporciones epidémicas”. Huber acaba su carta afirmando que el tema “requiere una atención inmediata, así como importantes recursos para evitar el colapso general de nuestra infraestructura agrícola”.

Según un reciente artículo publicado en el Washington Post, la alfalfa Roundup Ready es innecesaria y peligrosa para la comunidad agrícola. Cuando se cultiva el RRA, según indican diversos informes, las malas hierbas desarrollan una resistencia al Roundup. Esto parece que ya ha ocurrido con el maíz, la soja y el algodón Roundup Ready. El propio Washington Post destacaba sobre los transgénicos: “no puedes retirarlos como lo harías con un coche, o con un juguete de plástico. Están ahí para siempre. Y nadie conoces su verdadero impacto”.



Carta abierta de Don M. Huber, catedrático emérito de la Universidad de Purdue, al Ministro estadounidense de Agricultura, Tom Vilsack:


Estimado Secretario Vilsack:

Un equipo de expertos en flora y fauna recientemente llamó mi atención sobre el descubrimiento de un patógeno microscópico que parece impactar de forma significativa sobre la salud de las plantas, los animales y probablemente el ser humano. Los datos indican que está muy extendido, es muy grave y que se encuentra en concentraciones muy superiores en las semillas de soja y en el maíz Roundup Ready (RR), lo que indica que podría existir un vínculo entre dicho patógeno y el gen RR, o más probablemente la presencia de Roundup. Es la primera vez que la ciencia detecta tal organismo, que parece ser NUEVO.

Esta información, de suma delicadeza, podría llevar al colapso de los mercados estadounidenses de exportación de soja y maíz y provocar graves problemas en el abastecimiento interno de alimentos y piensos. Por otro lado, el nuevo organismo podría ser el responsable de ciertos fenómenos dañinos que ya han tenido lugar (véase abajo). Por este motivo, mis colegas y yo continuamos investigando con la mayor celeridad y discreción de que somos capaces, y solicitamos la colaboración del USDA (ministerio estadounidense de agricultura) y otras instituciones para identificar la fuente del patógeno, su prevalencia, implicaciones y soluciones.

La necesidad de informar al USDA de nuestros descubrimientos en esta etapa previa a las conclusiones surge en especial con motivo de su deliberación sobre la liberalización de la alfalfa RR. En caso de que los cultivos RR o el herbicida Roundup fueran promotores o co-factores de este patógeno, tal liberalización podría resultar una calamidad. Basados en las pruebas existentes, la única acción razonable en este momento sería retrasarla, al menos hasta que una cantidad suficiente de pruebas exoneraran al sistema RR, en caso de que esto ocurriera.

Durante los pasados 40 años he trabajado como científico en agencias profesionales y militares, que se encargan de evaluar el riesgo y prepararse ante las amenazas biológicas naturales y provocadas por el hombre, incluida la guerra biológica y las epidemias. Me baso en dicha experiencia para afirmar que la amenaza a que nos enfrentamos debido a este patógeno es única y de un altísimo riesgo. En otras palabras, el caso debería ser tratado como una emergencia.

Un grupo de investigadores especialistas en diferentes sectores ha estado trabajando en este asunto y ha aportado las diversas piezas de un puzle que, una vez ensamblado, presenta el preocupante escenario que se expone a continuación:

Propiedades Físicas Únicas




Este organismo, desconocido hasta la fecha, solamente es visible mediante un microscopio electrónico (36.000X) y su tamaño es similar al de un virus mediano. Tiene capacidad de reproducción y parece un organismo micro-fúngico. En caso de que este dato se confirmara, sería el primer micro-fungus identificado por la ciencia. Existen pruebas de peso de que este agente infeccioso provoca enfermedades tanto a plantas como a mamíferos, una característica muy extraña.

Localización y concentración de patógenos

Este organismo se encuentra en altas concentraciones en los productos Roundup Ready tales como soja, maíz, piensos fermentados, así como en el interior de los estómagos del ganado porcino y placentas de ganado en general.

Vinculado a la aparición de enfermedades de plantas

El organismo es prolífico en plantas infectadas con dos enfermedades muy extendidas que están acabando con los rendimientos y los ingresos de los agricultores: el síndrome de muerte prematura (SDS) de la soja, y el denominado Goss´wilt del maíz. El patógeno también se encuentra en el agente causativo del SDS (Fusarium solani fsp glycines).

Relacionado con infertilidad animal

Las pruebas de laboratorio han confirmado la presencia de este organismo en una amplia variedad de ganado en el que se daban casos de abortos espontáneos e infertilidad. Los resultados preliminares de estudios que se están llevando a cabo también han sido capaces de reproducir abortos en estudios clínicos.

El patógeno podría explicar la frecuencia cada vez mayor de casos de infertilidad y abortos espontáneos registrada durante los últimos años entre el ganado de EEUU, ya sea bovino, porcino o equino. Recientes informes muestran unos índices de infertilidad de más del 20% en vacas, y el número de abortos espontáneos en el ganado alcanza el 45%.

Es decir, 450 de las 1.000 vacas preñadas alimentadas con salvado de trigo sufrieron abortos espontáneos. Durante el mismo periodo, ninguna de las 1.000 vacas del mismo rebaño que fueron criadas con heno sufrió un aborto. En aquellas que fueron alimentadas con salvado de trigo, que muy probablemente había sido tratado con glifosato, se confirmó la presencia de altas concentraciones del patógeno.

Recomendaciones

Debido a la presencia de este nuevo patógeno animal en los cultivos Roundup Ready y a su asociación con enfermedades de plantas y animales que están alcanzando proporciones epidémicas, solicitamos la participación de la USDA en una investigación multidisciplinar, así como una inmediata moratoria sobre la liberalización de los cultivos RR hasta que la relación causa/efecto del glifosato y/o los cultivos RR pueda ser descartado como amenaza para los cultivos y la producción animal, así como para la salud humana.

Es urgente que se verifique si los efectos secundarios del glifosato pueden haber colaborado en el desarrollo de este patógeno, o permitido que cause un mayor daño a las plantas y animales debilitados. Existe una amplia documentación que demuestra que el glifosato ayuda al desarrollo de ciertos patógenos del sustrato y ya ha sido relacionado con más de 40 enfermedades de las plantas; además, este químico destruye las defensas de la planta y reduce la biodisponibilidad de nutrientes en los piensos, lo que a su vez provoca enfermedades en los animales. Para poder evaluar estos factores con propiedad, solicitamos acceso a los archivos más relevantes de la USDA.

Durante más de 50 años he estado estudiando los patógenos de las plantas. Nos encontramos ante un aumento sin precedentes de las enfermedades que afectan a plantas y animales. Este patógeno podría ser fundamental para entender y resolver este problema. El asunto requiere una atención inmediata, así como importantes recursos para evitar el colapso general de nuestra infraestructura agrícola.

Saludos cordiales,

COL (Ret.) Don M. Huber
Profesor Emérito, Purdue University
Coordinador APS, USDA National Plant Disease Recovery System (NPDRS)

Efectos de la agricultura orgánica


Sostenibilidad a largo plazo. Muchos de los cambios que se han observado en el medio ambiente son de largo plazo y lentos. La agricultura orgánica toma en cuenta los efectos a mediano y a largo plazo de las intervenciones agrícolas en el agroecosistema. Se propone producir alimentos a la vez que se establece un equilibrio ecológico para proteger la fertilidad del suelo o evitar problemas de plagas. La agricultura orgánica asume un planteamiento activo en vez de afrontar los problemas conforme se presenten.


Suelos. En la agricultura orgánica son fundamentales las prácticas de enriquecimiento de los suelos, como la rotación de cultivos, los cultivos mixtos, las asociaciones simbióticas, los cultivos de cubierta, los fertilizantes orgánicos y la labranza mínima, que benefician a la fauna y la flora del suelo, mejoran la formación de éste y su estructura, propiciando sistemas más estables. A su vez, se incrementa la circulación de los nutrientes y la energía, y mejora la capacidad de retención de nutrientes y agua del suelo, que compensa que se prescinda de fertilizantes minerales. Estas técnicas de gestión también son importantes para combatir la erosión, se reduce el lapso de tiempo en que el suelo queda expuesto a ésta, se incrementa la biodiversidad del suelo y disminuyen las pérdidas de nutrientes, lo que ayuda a mantener y mejorar la productividad del suelo. La emisión de nutrientes de los cultivos suele compensarse con los recursos renovables de origen agrícola, aunque a veces es necesario añadir a los suelos potasio, fosfato, calcio, magnesio y oligoelementos de procedencia externa.



Agua. En muchas zonas agrícolas es un gran problema la contaminación de las corrientes de agua subterráneas con fertilizantes y plaguicidas sintéticos. Como está prohibido utilizar estas sustancias en la agricultura orgánica, se sustituyen con fertilizantes orgánicos (por ejemplo: compostas, estiércol animal, abono verde) y mediante el empleo de una mayor biodiversidad (respecto a las especies cultivadas y a la vegetación permanente), que mejoran la estructura del suelo y la filtración del agua. Los sistemas orgánicos bien gestionados, con mejores capacidades para retener los nutrientes, reducen mucho el peligro de contaminación del agua subterránea. En algunas zonas donde la contaminación es un gran problema, se alienta la adopción de la agricultura orgánica como medida de restablecimiento del medio ambiente (por ejemplo, por los gobiernos de Francia y Alemania).


Aire. La agricultura orgánica reduce la utilización de energía no renovable al disminuir la necesidad de sustancias agroquímicas (cuya producción requiere una gran cantidad de combustibles fósiles). La agricultura orgánica contribuye a mitigar el efecto de invernadero y el calentamiento del planeta mediante su capacidad de retener el carbono en el suelo. Muchas prácticas de gestión utilizadas por la agricultura orgánica (como la labranza mínima, la devolución de los residuos de las cosechas al suelo, la utilización de cubiertas vegetales y las rotaciones, así como la mayor integración de leguminosas que contribuyen a la fijación del nitrógeno), incrementan la devolución de carbono al suelo, lo que eleva la productividad y favorece el almacenamiento de carbono.


Biodiversidad. Los agricultores orgánicos son guardianes de la biodiversidad a la vez que la utilizan, en todos los niveles. En el plano de los genes, prefieren las semillas y las variedades tradicionales y adaptadas, por su mayor resistencia a las enfermedades y a las presiones del clima. En el plano de las especies, diversas combinaciones de plantas y animales optimizan los ciclos de los nutrientes y la energía para la producción agrícola. En cuanto al ecosistema, mantener zonas naturales dentro y alrededor de los campos de cultivo, así como que no se utilicen insumos químicos, propician un hábitat adecuado para la flora y la fauna silvestres. La utilización frecuente de especies subutilizadas (a menudo como cultivos de rotación para restablecer la fertilidad del suelo) reduce la erosión de la agrobiodiversidad y crea una reserva de genes más sana, que es la base de la futura adaptación. Al proporcionarse estructuras que ofrecen alimento y abrigo, y al no utilizarse plaguicidas, se propicia la llegada de especies nuevas (de tipo permanente o migratorio) o que otras anteriores vuelvan a colonizar la zona orgánica, especies de flora y de fauna -como algunas aves- y organismos benéficos para el sistema orgánico, como polinizadores y depredadores de las plagas.


Organismos modificados genéticamente. La utilización de OMG en los sistemas orgánicos no se permite en etapa alguna de la producción, elaboración o manipulación de alimentos orgánicos. Como no se conocen cabalmente las posibles repercusiones de los OMG en el medio ambiente y en la salud, la agricultura orgánica está adoptando una perspectiva de precaución y prefiere fomentar la biodiversidad natural. La etiqueta orgánica, por lo tanto, asegura que no se hayan utilizado OMG intencionalmente en la producción y elaboración de los productos orgánicos. Esto no lo pueden garantizar los productos ordinarios ya que en la mayor parte de los países todavía no se exige mencionar en las etiquetas la presencia de OMG en los productos alimentarios. Sin embargo, como cada vez se utilizan más OMG en la agricultura común y corriente, y debido al método de transmisión de los OMG en el medio ambiente (por ejemplo, a través del polen), la agricultura orgánica no podrá asegurar que los productos orgánicos carezcan por completo de OMG en el futuro. En la publicación de la FAO Los organismos modificados genéticamente, los consumidores, la inocuidad de los alimentos y el medio ambiente se presenta un análisis detallado de los OMG.


Servicios ecológicos. Las repercusiones de la agricultura orgánica en los recursos naturales favorecen una interacción con el agroecosistema vital para la producción agrícola y para la conservación de la naturaleza. Los servicios ecológicos que se obtienen son: formación, acondicionamiento y estabilización del suelo, reutilización de los desechos, retención de carbono, circulación de los nutrientes, depredación, polinización y suministro de hábitat. Al preferir productos orgánicos el consumidor promueve, con su poder de compra, un sistema agrícola menos contaminante. Disminuyen los costos ocultos de la agricultura para el medio ambiente, desde el punto de vista de la degradación de los recursos. Una reciente publicación de Jules Pretty, The Real Costs of Modern Farming analiza con mayor detalle muchas de estas cuestiones.


Fuente: FAO

Por qué debemos sembrar un huerto

Con todo el esfuerzo que se necesita para sembrar y cuidar un huerto ¿Por qué debemos hacerlo?

    * No tendrá preocupaciones sobre si la comida es sana.
    * Ahorra combustible y protege el medio ambiente. La mayor parte de nuestras frutas y vegetales son transportados en camión por kilómetros millas antes de llegar a nuestras mesas. Muchas de las frutas se terminan de madurar en un camión lo que altera su sabor.
    * Su comida será totalmente fresca.
    * Si tienes niños, es una gran oportunidad para ellos aprender acerca del ciclo de vida y de cosechar lo que comen.
    * Tiene la oportunidad de relajarse un poco. La jardinería disminuye la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
    * Usted puede ver la naturaleza mientras trabaja. Las abejas y las mariposas son escasas en la actualidad. Si se detienen un rato en su huerto usted conseguirá ver la vida replicarse a escala diminuta e importante.
    * Usted puede ahorrar dinero. Claro, usted tiene una inversión inicial en las semillas, algunas herramientas, y el agua, pero los beneficios al comer vegetales sanos (y así tener mejor salud) supera con creces la modesta cantidad hay que invertir.

Proyecto huerta ecologica


Esta lista contiene los errores más comunes al iniciar un proyecto de este tipo.

1. Plantar una huerta en el lugar equivocado
Sembrar en zonas que tienen un drenaje pobre es uno de los errores más comunes. Alguna gente siembra vegetales hermosos con un sistema de riego in situ. Sin embargo, el pajote alrededor de la siembra hace que los vegetales estén siempre empapados incluso en climas calientes y secos. Poca agua o mucha agua puede ser perjudicial.

Saque las plantas y póngalas sobre una lona mientras trabaja. Extienda una capa de diez centímetros de grava de manera uniforme sobre la parte inferior del terreno para mejorar el drenaje. Luego  vuelva a llenar la plantación con abono orgánico fresco suave y esponjoso. Replante su huerta.

2. Arrancar accidentalmente las flores en lugar de las malas hierbas

Un error común es arrancar accidentalmente las flores junto con la maleza. El seguimiento de las plantas puede ser difícil para cualquier persona con un huerto casero. La manera más eficiente es marcarlas utilizando las etiquetas que vienen con sus plantas cuando las trae de un vivero (o la identificación del sobre de la semilla).

3.  No preparar el suelo

Algunas veces descuidamos la preparación de nuestra tierra y como resultado terminamos con un huerto de plantas que nunca dio frutos o que estos no sobrevivieron.

Dado que el suelo varía notablemente según la región se recomienda probar su tierra cada año para saber qué tipo de suelo tiene y lo que necesita para lo que quieren sembrar. Usted puede averiguar a través de la internet el análisis de los suelos de su localidad y luego modificarlos como se sugiere. Es una buena idea mezclar el suelo con la misma cantidad de abono orgánico. Esto le da a sus plantas los nutrientes que necesitan sin sobrecargarlos con los fertilizantes químicos los cuales pueden disminuir la actividad microbiana necesaria para el crecimiento sano de la planta.

4.  Regar en exceso o no regar suficiente

Regar en exceso u olvidarse de hacerlo es igual de dañino para su huerta orgánica. Posiblemente usted nunca sabe cuándo regar y cuando no debe regar su huerta. El exceso de riego provoca que las plantas se ahoguen y las raíces se pudran. La falta de agua, por el contrario, puede deshidratar las plantas. El enfoque para no adivinar es invertir en un sistema de riego con un controlador “inteligente”, es decir, que ajusta automáticamente los niveles de riego sobre la base de datos históricos y sensores de humedad.

Si usted no puede permitirse este sistema preste mucha atención a su tierra. Cuando el suelo es de roca dura necesita riego más a menudo.

Siembre una planta indicadora, como una hortensia o una lechuga, que se marchita con mucho mayor rapidez que las demás. Una mirada a estas plantas indicadoras, en un día caluroso, le dirá si usted necesita o no regar sus plantas.

5. Sembrar una variedad invasora

Las especies invasoras son plantas transportadas e introducidas por el ser humano en lugares fuera de su área de distribución natural. Al sembrarse en la nueva región resultan dañinas al habitat.

Las plantas invasoras se propagan naturalmente (sin asistencia humana) y con gran rapidez, provocando importantes cambios en los procesos de los ecosistemas naturales.

Estas pueden ser autóctonas, propias del ecosistema o introducidas en él. Estas últimas son las que realmente pueden hacer peligrar el ecosistema ya que las autóctonas suelen mantenerse a raya por enemigos naturales que controlan su crecimiento.

Determinadas especies vegetales son una amenaza para la biodiversidad de toda una región. La uña de gato y el eucalipto son algunas de estas plantas invasoras.

6. No tomar en cuenta la vida silvestre

Las ardillas no le prestan atención a los narcisos que contienen cristales venenosos. Los mapaches, los ciervos, el perro de la familia, inevitablemente, trataran de comer sus vegetales y la única forma a prueba de fallos para proteger sus plantas preciosas es instalar una cerca alrededor del huerto. Sin embargo, hay plantas que sirven para mantener alejados a los visitantes indeseables.

Las Plantas repelentes son plantas de aroma fuerte que mantienen alejados los insectos de los cultivos. Este tipo de plantas protegen los cultivos hasta 10 metros de distancia, algunas repelen un insecto específico y otras varias plagas.

Generalmente, las plantas repelentes se siembran bordeando los extremos de cada surco del cultivo o alrededor del cultivo para ejercer una barrera protectora. Desde tiempos remotos gran variedad de hierbas aromáticas se han plantado en los bordes o en pequeñas áreas de los cultivos de vegetales, conociéndose los beneficios que brindan a la mayoría de las plantas.

La única excepción a la regla es el hinojo, el cual genera efectos adversos en muchas plantas. Todas las plantas aromáticas ejercen una influencia sobre sus plantas vecinas. Es importante notar que en su mayoría, las plantas acompañantes además de crear un beneficio mutuo, también ejercen una acción repelente.

7. No proveer suficiente sol a las plantas

Sembrar muy cerca de paredes o edificaciones es otro error común. Algunas personas plantan tomates en el lado este del patio de su casa. Estos florecen y después sus flores se caen. Los tomates necesitan el sol de la mañana que no debe ser bloqueado por una cerca.

Los tomates son adoradores del sol y prosperan en la luz solar directa. Las plantas necesitan un mínimo de seis horas de luz solar directa. Del mismo modo, las plantas vegetales como los chiles y las berenjenas y la mayoría de las hierbas se deben plantar en la zona más soleada de su patio. Otros, como las lechugas, el culantro y los guisantes puede soportar estar en la sombra.

Eliga la planta adecuada para las condiciones ambientales de su huerta. Seleccione el lugar donde creará la huerta considerando el número de horas que está expuesta al sol. Hay plantas que necesitan de por lo menos seis horas diarias de exposición solar. Si su huerta está en un lado del patio que apenas recibe dos horas de sol tendrá dificultades para hacer crecer estas plantas.

8.  Sembrar demasiadas semillas o sembrarlas muy hondas

Las plantas como las calabazas, los melones y las sandías pueden crecer rápidamente hasta alcanzar proporciones gigantescas.  La clave para saber como sembrar, cuantas semillas usar  y como hacer para que la planta crezca es saber su nombre latino. Busque en Google por este nombre escribiéndolo entre comillas y vea lo que otras personas están diciendo.

Cuide de no sembrar má semillas que las necesarias y no las siembre muy hondas.

9. Usar plaguicidas

El veneno químico de las herbicidas en el suelo puede permanecer en la tierra durante años. Es preferible deshacerse de la hierba y las malezas vertiendo, una vez al día,  una mezcla de tierra-amistosa con partes iguales de agua caliente y vinagre sobre el área seleccionada. Al cabo de unos días, la maleza se pone color marrón. El vinagre mata las hojas y la mayor parte de las raíces de las plantas lo que hace muy fácil arrancarlaa.

10. Sembrar las plantas muy juntas

Es importante seguir las instrucciones de sembrado que vienen en los paquetes de semillas y plantas. Pero si decide plantar más agresivamente, experimente con plantas que crecen hacia arriba. El cultivo de plantas arbustivas como la albahaca y plantas altas trepadoras como los tomates ayuda a usar mejor su espacio.

Alimentos orgánicos porque son tan caros

Mucha gente no entiende porque cuesta tanto una planta orgánica que no necesita ningún insecticidas, herbicidas, fungicidas,ni fertilizantes inorgánicos.

Algunos investigadores han estudiado este asunto y han encontrado la causa del precio alto de estos alimentos. Tiene que ver mucho con la diferencia entre la producción de alimentos orgánicos y la producción de alimentos convencionales. ‘

La Universidad de Wisconsin ha investigado la realidad de la producción de cultivos orgánicos y convencionales diferentes y han comparado los resultados. Ellos publicaron un documento esclarecedor titulado “Las papas orgánicas: pueden ser cultivadas pero ¿pueden ser rentables?”.

¿Cómo se producen los alimentos orgánicos?

Definitivamente los costos de producir un alimento orgánico son más altos y a veces por razones inesperadas. Una de las causas más interesantes es el costo de arranque. Para que una granja se convierta de la agricultura convencional a la agricultura ecológica y reciba la certificación tiene que seguir las prácticas orgánicas durante tres años. Los productores tienen que eliminar del suelo los fertilizantes inorgánicos y los pesticidas.

Durante estos tres años, los agricultores no pueden cobrar un precio superior por la producción de cultivos orgánicos, debido a que aún no están certificados, pero tampoco pueden utilizar ninguna de las sustancias químicas. Así que tienen tres años de lo peor de ambos mundos. Los agricultores siembran alfalfa o algo similar por tres años y asumen el costo de este periodo.

¿Por qué la alfalfa?

Debido a que la alfalfa es una de las pocas plantas (el trébol es otro) que fija el nitrógeno del aire y lo deposita en el suelo. El nitrógeno es un nutriente esencial para las plantas. En la agricultura convencional, el nitrógeno por lo general viene en una bolsa de fertilizante proveniente de una fábrica. En la agricultura orgánicamente no se puede utilizar el nitrógeno de la fábrica.

Este estudio de la Universidad de Wisconsin señala que un agricultor de papa orgánica podría sembrar un año las papas y el siguiente la alfalfa. Esta rotación da a las papas el nitrógeno que necesitan. Esta rotación aumenta el costo de la siembra orgénica.

El agricultor también puede optar por utilizar fertilizantes orgánicos. En EE UU existe una historia de cómo los indios le enseñaron a los peregrinos a sembrar sus semillas de maíz usando como fertilizante a un un pez pequeño. En la actualidad existen equivalentes modernos de este fertilizante, Son la harina de pescado y la harina de semilla de algodón que tiene un nivel bastante alto de nitrógeno. Sin embargo, estos abonos son bastante más caros que los fertilizantes inorgánicos.

¿Qué pasa con los insectos y las malas hierbas?

Al no poder usar insecticidas y herbicidas los agricultores siembran más cultivos y quitan mecánicamente las malezas. Para frustrar los insectos, los agricultores siembran, en diferentes tiempos, para tratar de esquivar las infestaciones y así evitar los insectos como las avispas parasitarias y usan productos químicos naturales como el vinagre en lugar de otros más tóxicos.

Todas estas prácticas aumentan el precio de la producción de las papas. La práctica de la rotación de cultivos aumenta más el precio de las papas (un acre de alfalfa aporta menos dinero que un acre de papas).

Luego está el problema con el rendimiento. Al producir las papas orgánicamente usted obtiene menos libras de papas por hectárea. Los investigadores resumieron sus resultados de esta manera: “Las papas orgánicas dieron un rendimiento medio de 21.200 libras por acre en las tres variedades, mientras que los métodos convencionales dieron un promedio de 32.800 libras por acre.”

Así que los agricultores obtienen dos libras de papas orgánicas por cada tres libras que obtuvieron por métodos convencionales. Los costos de producción de esos dos libras de papas orgánicas son más altos. Luego le añaden el costo de la rotación de la alfalfa y el del inicio de los primeros 3 años . Así que las papas orgánicas tienen que costar más en la tienda para que su cultivo sea rentable.

Lo mismo sucede con cualquier otro cultivo orgánico. Los rendimientos son más bajos y los costos de producción son más altos. Es por eso que los alimentos orgánicos cuestan más que los convencionales.

Sin embargo, hay un beneficio que va con el costo. Todos estos productos químicos y tóxicos se eliminan de la atmósfera, del agua de la granja y de las aguas subterráneas. Esto beneficia a todos.
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